Este programa de entrenamiento consigue beneficios en el mal funcionamiento ejecutivo en los lóbulos prefrontales, falta de atención, mala planificación o de juicio, el tiempo de reacción lenta, la falta de conciencia social, pobre control de impulsos, mejora cognitiva, impulsividad y mejora de la memoria.
El cerebro adulto requiere 750 mililitros (casi un cuarto de galón) de sangre oxigenada cada minuto para mantener las actividades normales. De la cantidad total de oxígeno suministrado a los tejidos del cuerpo por las arterias, el cerebro consume el 20 por ciento.
Muchas de las tareas mentales requieren sangre oxigenada adecuada en la corteza prefrontal. El cerebro de trabajo requiere más sangre oxigenada en regiones determinadas relacionadas con la tarea en cuestión. La mejora de la calidad del flujo sanguíneo en el cerebro se traduce en una mayor capacidad mental.
El suministro de sangre al cerebro o el flujo sanguíneo cerebral regional de la actividad (FSCr) es también de gran interés porque hemoencephalography (HEG) puede enseñar a mejorar el flujo sanguíneo cerebral en áreas clave del cerebro.
“La luz infrarroja no es el calor. Representa las ondas de luz que se han generado a partir de un objeto. Todos los objetos que tienen temperaturas por encima del cero absoluto generan luz infrarroja. La intensidad y frecuencia de la salida IR representan una variable calculable a partir del cual se pueden hacer suposiciones acerca de la salida térmica del objeto desde el que se emite la luz IR. La formación PIR-HEG enseña al prefrontal a ser más eficaz y al lóbulo cerebral a regularse mejor.” (HEG) puede enseñar a los alumnos a mejorar el flujo sanguíneo cerebral en áreas clave del cerebro.